viernes, 30 de agosto de 2013

DÍA A DÍA - MEMORIA DEL SER




MEMORIA DEL SER



A medida que vamos creciendo en esta vida recordamos pasajes de nuestra infancia. Hay cosas que olvidamos por completo, por ejemplo el día en que nacemos, son pocos los que se acuerdan del momento de su nacimiento.
Creo que la existencia del ser en la historia de la humanidad es  casi imposible de calcular. Decir un siglo, una era o un año de creación, creo que solo sería una especulación.
Siento que la existencia del ser como tal, se origina o está desde la existencia del universo. Siempre ha estado viva como una energía, que cumplió y cumple un proceso evolutivo. Por eso la vida del universo es la propia vida del ser, después pasa por distintos estados hasta llegar  a ocupar la carcasa humana.

 Somos seres  eternos  y en el estado del ser conocemos, tenemos toda la información del todo. Somos la gran fuente de información del universo en servicio de este planeta. 
En el estado eterno del ser llevamos un nombre que es nuestro sello eterno. Aquí en la tierra es que adoptamos un nombre temporal, tan temporal como nuestra propia carcasa perfecta llamada cuerpo humano.

El ser durante millones de años ha estado y  sigue transformándose. Ocurre lo mismo con el planeta tierra, ocurre lo mismo con nosotros, nos vamos transformando de bebés a niños hasta completar nuestro ciclo en esta vida. Esos cambios son inevitables, pues en el universo ocurre lo mismo.
Así como ocurren cambios físicos en nosotros, internamente van ocurriendo una serie de acontecimientos que dictaran el rumbo de nuestra vida. Es como una voz interna que la llevamos desde siempre, eso nos hace ser tan especiales. Por ejemplo cuando somos bebés, creo que no existe bebé que no sea atrayente para un adulto. Un bebé es capaz de  meternos en su universo sin pronunciar ni una sola palabra. Entonces porque cuando somos adultos hay tantas diferencias. Diferencias de todo tipo, tanto así que puede desencadenar en guerras y una serie actos que solo es capaz de dirigir la mente humana. Acabo de nombrar la mente humana. Así es, la mente somete a lo humano y lo aleja cada vez más del ser. Lo aleja de esa pureza que solo gozamos en nuestra niñez. ¿Porque no podemos recuperar esa esencia? Simplemente por una serie de hábitos que nos ha dado la sociedad  a través de nuestros padres y luego cuando somos mayores lo vemos en carne viva y por un instinto de supervivencia “animal” entramos en el círculo de la manada. En ese camino de manada, hay muchos que despiertan y dicen:
-¿Esto es la vida?-
Los que despiertan son muchos pero los que pasan a la acción pocos. ¿Saben porque? por el “bendito” miedo y el “comodismo” “más vale malo conocido que bueno por conocer”
La parte que decide pasar a la acción, ingresa directamente en el vacío absoluto de la transformación y reconocimiento de su ser, ese ser que siempre estuvo allí dormido. En ese viaje de reconocimiento ven como una película la vida que eligieron llevar. Cuando ingresan en ese estado lo ven todo muy claro. Tan claro que pueden recordar pasajes inimaginables de esta vida y la importancia de su estancia en esta tierra. Es el momento donde realmente el individuo se hace dueño de manera transparente de su vida. Se compromete  a seguir las señales del corazón a través de la luz.

“La verdadera religión es la de las buenas obras, no la del culto” 
(H. Pestalozzi)


Carlos Colonia B.

29-Agosto-2013