viernes, 26 de abril de 2013

DÍA A DÍA- VIAJE DE LA VIDA


El viaje de la vida


Se supone que nuestro viaje de la vida empieza al nacer o mejor dicho, cuando estamos en el vientre de nuestra madre o mejor dicho, empieza cuando somos engendrados y el espermatozoide realiza junto a millones de compañeros el esperado viaje hacia la vida. Entonces la pregunta es ¿Acaso, no es una vida un espermatozoide? Podría decir humildemente que es un tipo de vida en un estado o en un proceso determinado de evolución, por eso el espermatozoide necesita del óvulo para  EVO-LUCIONAR. Solo el indicado será el que fecundara al óvulo.En este proceso no lo hace sola, si no lo hace con el cuidado de la madre ya que juntas formaran un equipo durante la evolución del embarazo. Lo cual determinara el futuro nacimiento.

 Esto es muy sencillo de entender racionalmente, si la madre tiene una buena alimentación, tanto física, emocional  y espiritual. Dará a la bebe una placentera estancia en la barriga. Ese estado viajara directamente hacia la bebe no solo a través del cordón umbilical, si no a través de las vibraciones que emana la madre y la gente que está a su alrededor. En cambio si la madre descuida  esos aspectos básicos, tendremos una bebe con diversos problemas que quizás en algunos casos no sean percibidos por los padres en un inicio, pero que en la mayoría de casos se manifiesta abiertamente con diversas dolencias, incluso a veces compleja para la ciencia medica.


Que es lo que determina que una bebe nazca con ventajas y ventajas (cito ventajas por no decir desventajas). Simplemente es un estado de conciencia. Un estado de conciencia sano no permitirá alguna aberración  hacia su vida y menos hacia la vida de la nueva vida. 
En caso contrario esa posible “desventaja” es transformable de manera individual, en la evolución del nuevo ser humano. Conocemos muchos casos de hijos(as) con un historial en “des-ventaja” ya sea en el vientre y en su formación, que han logrado por una conciencia única en transformar su realidad en algo maravilloso e incluso sorprendente. ¿A que se debe esto? Lo diremos en una sola palabra CONCIENCIA. Tomar conciencia de nuestras acciones es aprender lo que debemos y no debemos hacer como individuos, al aprender estamos comprendiendo algo que va formando una serie valores que nos ayudará a comprendernos, a comprender y aceptar a los demás.

La magia de la vida va más allá de lo que imaginamos. Pero el compromiso que uno adquiere hoy en esta vida es lo que nos garantiza lo que podamos ser, pero no con la expectativa de llegar a ser de una forma u de otra, si no simplemente siendo únicos en está creación. Aceptando que venimos a la gran escuela de la vida que  es hoy y aquí en la tierra.
Nada determina que tu pasado haya sido glorioso o no tan glorioso. Lo único que nos empuja a ser y estar es nuestra fuerza vital. Para llegar a ello debemos comprender  y estar atentos a cada segundo de la vida, está vida nos da la información en cada sentido que muchos tenemos dormidos.
Nuestro compromiso como seres humanos empieza con nosotros mismos en cada acto en cada paso que demos. Luego de asumir nuestro compromiso sabremos que tenemos también un compromiso con la humanidad y con nuestros semejantes, compromiso que asumimos con amor y dedicación “APRENDER, DESARROLLAR Y COMPARTIR”.


Carlos Colonia B.
26 abril 2013

lunes, 25 de marzo de 2013

DÍA A DÍA- UN CIRCO


HABÍA UNA VEZ... UN CIRCO



Cuando somos niños, vivimos, sentimos, gozamos de nuestra esencia más pura. Es como beber de la fuente eterna de aguas cristalinas. Es la etapa donde estamos conectados con esa totalidad de manera sencilla y lo más importante sin ningún tipo de prejuicio. Por esa razón actualmente escuchamos a más de uno decir:

-Todo era más sencillo cuando éramos niños, no había preocupaciones ni nada.-

 ¿Cuánto dura este romance?  No lo se. Vamos perdiendo o vamos saliendo de ese estado de diferentes maneras. Algunos de forma violenta, otros con frases muy típicas de los adultos.

"-Compórtate, que ya no eres un niño-

Creo que la expresión ultima, es un clásico que hemos escuchado a nuestros padres e incluso nosotros mismos lo hemos pronunciado en algún momento o varios momentos. Y no solo lo hemos dicho a nuestros hijos, si no a las personas con ese comportamiento "poco maduro"  porque según las normas de la sociedad debemos comportarnos o ser de la forma que piden los estándares "normales" para ser normales y ser aceptados en esta sociedad. 
Creo que esta ultima expresión va ligado con algo tan natural que necesita el ser humano para integrar un grupo y ser aceptado. A pesar que nuestra parte interna nos diga lo contrario. A continuación narraré una experiencia de mi niñez, lo cual narra estos sentimientos. (Ser aceptado y/o actuar de una determinada  manera para ser parte de un grupo)

Tenía unos ocho o nueve años. La calle era mi segundo hogar, era el lugar donde compartía una serie de aventuras con los niños de mi barrio. Detrás de la casa de mis padres había un polvoriento "parque"  eso era un proyecto de parque, no había más que arboles de eucalipto y una "canchita de fútbol" al lado de aquella canchita de fútbol existía un espacio polvoriento, muy seco. En aquel lugar se instalaban de manera itinerante los circos de barrio. Eran circos muy baratos. El circo como era costumbre en Lima montaban los escenarios en los meses de julio, coincidiendo con el aniversario patrio. Estos circos llegaban con animales enjaulados, monos, perros acróbatas, payasos y un sin fin de personajes que garantizaban un gran espectáculo. En aquel entonces, pedir a mi madre dinero para ver el circo era impensable, es más ni se lo pedía. 
Dentro de mí había un  fuerte deseo de ver el show. Me conformaba ir día a día a ver los animales enjaulados y recorrer la parte externa del circo. En esas idas y venidas aparece un amigo del barrio que era mucho mas inquieto y pícaro para saltarse las normas. Me comentaba que habían entrado sin pagar otros amigos del barrio. 
Los días transcurrían, me había convertido en un espectador externo de los diferentes shows que daba el circo, me paseaba rodeando el circo escuchando o imaginando lo que podría estar pasando dentro. Por otro lado tenía a mi amigo diciéndome o animándome para "zamparnos" entrar sin pagar, eso no iba en línea con lo que sentía. Simplemente tenía miedo, que nos descubriesen. Él me decía para pasar por debajo del  alambrado.

-No tengas miedo.-

Era lo que repetía. Mi reputación estaba en juego, este amigo muy avispado era menor que yo y si él se atrevía porque no podría hacerlo yo., además había un detonante más grande, si no iba  el contaría  al resto que me eché para atrás en algo que supuestamente todos los niños lo hacían.
Acepte la propuesta con el corazón en mis manos. Aquella noche decidimos ingresar al circo. Pasamos el alambrado en el descuido del vigilante, rápidamente levantamos el toldo del circo y ya estábamos dentro. Nos metimos rápidamente entre las largas tablas que servían de asientos, trepamos como monos y teníamos el circo a nuestros pies. Para esto nos ubicamos en la parte alta, mezclándonos con las familias que pagaron una entrada. Allí había muchos conocidos del barrio, entre vecinos y otros amiguitos que vestían para la ocasión ropa limpia. Nosotros estábamos llenos de tierra de arriba a abajo. Esperábamos  el último silbatazo para dar inicio al "espectáculo". Me sentí muy bien por un instante, me decía -"ya pasó lo peor"- 
 la música  acompañaba mi desacelere del corazón.
A través de los parlantes anunciaban el inicio del espectáculo, ambos nos mirábamos con cierta complicidad. Todo no fue color rosa, a lo lejos veo al boletero, mi corazón automáticamente se revolucionó. Lentamente nos  alejábamos de las garras de aquel hombre moreno de gorra  gris. Mi compañero de  aventura se movía de forma acróbata entre los asientos, yo movía mi trasero centímetro a centímetro, un frío recorría mi estomago hasta la punta de mis cabellos. El hombre iba pidiendo los boletos, su mirada se dirigía hacia mi amigo que llamaba mucho la atención con sus movimientos histriónicos, parecía un mono dando saltos de arriba abajo. El hombre se  acercaba cada vez más y nosotros ya no teníamos escapatoria, me quede paralizado ante la mirada hipnotizadora que me lanzó, me pidió el boleto de entrada, me quede mudo, rápidamente hizo el mismo gesto a mi compañero de aventura, lo cual el silencio hizo retumbar el circo, era como si la música, el ruido de fondo de las conversaciones no existieran. Bajo ese ese estado bajamos de las gradas y nos invito a salir, nos cogió amablemente de los hombros, sin ejercer ninguna presión. Caminaba levantando polvillo con mis zapatillas que algún día fueron blancas, en mi mente solo habitaba una duda.
¿Nos golpeará? en ese tipo de situaciones este tipo de gente solía ser violenta con los niños que entraban sin pagar. Los pasos parecían eternos, la noche olía a dolor en mi flaco trasero, atravesamos  la entrada principal y esperaba  la patada que me lanzaría varios metros  del cerco del circo, al llegar al alambrado, él aun nos tenía sujetado por los hombros. Mi mirada se deslizo suplicante hacia aquel hombre, sus movimientos eran automáticos, abrió el cerco y nos dejó. El frío  dejo de recorrer mi cuerpo. El corazón seguía latiendo sin parar. Mi compañero y yo seguimos en silencio hasta nuestras casas.
Aquella noche aprendí una lección solo puedo hacer y ser lo que mi corazón me diga y no lo que diga el resto no tengo que contentar  a nadie, para integrar o ser aceptado, me debo a mi mismo para sentir el mundo en cada paso en cada aroma, en cada caída, esas serán  mis caídas y mis méritos.


Carlos Colonia B.
25 marzo 2013 

miércoles, 16 de enero de 2013

DÍA A DÍA - AMOR vs EXPECTATIVAS


EL AMOR vs EXPECTATIVAS



Una palabra muy bella, que esconde los más bellos sentimientos que todo ser humano lleva consigo de  forma natural. Estos sentimientos son expulsados por los poros generando un campo magnético. Este campo magnético genera como bien lo dice la palabra "un magnetismo" lo cual la persona que lo lleva de alguna forma lo comparte con las personas próximas a ella o a él. Pero ésta energía o campo magnético viaja y se conecta con los demás seres que experimentan de forma sincera eso que llamamos "AMOR."

Sucede exactamente lo mismo cuando lo llevamos al otro extremo, generando o transformando todos esos sublimes y bellos sentimientos  en algo destructivo, primero para la persona y luego para su entorno próximo y de igual manera se conecta con los demás seres del mundo que están en esa misma frecuencia.

Normalmente sucede cuando una parte del "equipo" no cumplió con las expectativas del otro(a) todo eso es como un cálculo matemático "suma, resta" hay veces que se cumplen las expectativas lo cual suma, suma la confianza y sobre todo eso que mal llamamos "amor" y cuando no sucede "resta" resta la confianza, empleando frases muy comunes.

"Este(a) no sabe lo que gusta" "es increíble que después de tantos años no sepa que..."  "pensé que me iba a contestar la llamada con amor..."


El ser humano y sus "expectativas" (palabra derivada del latín exspectātum, que se traduce como mirado o visto) a la esperanza, sueño o ilusión de realizar o cumplir un determinado propósito. La expectativa, entonces, también  consiste en depositar confianza en aquello que, según se considera, es más probable que ocurra: se trata, en definitiva, de una suposición que, de acuerdo a las circunstancias, puede ser más o menos realista. Cuando las expectativas no se ven satisfechas, el individuo experimentará una decepción. En cambio, si se logran superar las expectativas iniciales, el sujeto sentirá alegría ante la sorpresa experimentada (Este cuadro es maravilloso, superó todas mis expectativas).


El amor y la vida misma se han convertido en una suma de expectativas. Hay una frase que ronda muy dentro de mí, la escuché hace más de una década y cada vez que lo empleaba traía consigo una serie de disputas, discusiones o largos silencios. "NO ESPERES NADA DE NADIE" la verdad que suena fuerte porque es todo lo contrario de lo que nos han enseñado. Sigo ratificando lo que he aprendido, aunque nuestra naturaleza humana está sumergida en esas "enseñanzas" que sólo aportaron y aportan confusión en gran parte de las personas. Digo esto porque pueda que entienda la definición de "No esperes nada de nadie" pero la comprensión es lo que da el crecimiento real del ser. En la comprensión se integra un estado de conciencia, lo cual, ya no te apoyas en esos inservibles patrones de "educación"

El amor da, el verdadero amor entrega sin pedir nada a cambio y sin expectativas. Un ser que aprende a amarse con sinceridad, podrá amar con esa misma sinceridad. Sobre todo sabrá cuando debe soltar o dejar que continúe el vuelo la otra parte del "equipo" "volamos juntos, más no atados"


Podría ser mucho más extenso con este escrito y abrir las mil posibilidades que existe en una sola palabra "AMOR"




Carlos Colonia B.

16 Enero 2013