lunes, 23 de septiembre de 2013

DÍA A DÍA - ¿TE QUEREMOS VERDE?


¿TE QUEREMOS VERDE?





Cada día en el mundo se talan aproximadamente entre ocho mil y diecisiete mil árboles. En este aspecto no solo hablamos de árboles, hablamos de diversos tipos de vida que necesitan del árbol para su propia evolución. La población crece, los bosques se están reduciendo, los desiertos están creciendo, y miles de especies (sobre todo insectos, en la reducción de los bosques tropicales) se extinguen cada año.
Cada día le restamos vida a nuestro hogar “el planeta tierra”
El hogar, no solo es la casa donde habitas, el hogar no es la llamada “NA-CIÓN” o país que nos han inculcado en nuestra educación, para separarnos y que dijésemos “SOY DE AQUÍ, O SOY MEJOR, PORQUE SOY DE TAL PAÍS”  eso se traduce en EGO. Ese ego colectivo que nos dio este “SIS-TEMA” en clases de historia o del falso patriotismo que le debemos al “País” que hemos nacido. 
Cuando reflexiono en ello, miro al mundo desde afuera y jamás he visto una frontera, imagino que muchos de ustedes tampoco lo han visto y si tienen alguna duda los invito a mirar el mundo tal cual es.  
El amor que debemos cultivar es hacía todo el mundo y hacia toda especie de vida. Este mundo es un gran albergue temporal del cual nada nos pertenece, todo lo que hagamos aquí es prestado una y otra vez, hasta que lleguemos a comprender que venimos a construir una sociedad hermanada y comprometida con el desarrollo del ser humano.
¿En ese estado global de comprensión entraría la maldad?
La respuesta es obvia, no existirá nada de eso y nos ahorraríamos tanto daño hacia nosotros mismos. “la tierra es un vivo reflejo de lo que somos como especie humana” seguimos sin comprender lo esencial, aunque la capacidad del ser humano ha crecido. Qué triste es hablar de una capacidad de pensar, analizar, estudiar etc. Utilizamos y hemos desarrollado el hemisferio Izquierdo. ¿Y el hemisferio derecho? Allí en ese  hemisferio olvidado, allí está la emoción la verdad la capacidad de asumir riesgos para hacer grandes cosas.

“Cuando el hombre sea mujer y la mujer sea hombre, estaremos hablando de un verdadero equipo de acción”

El hombre  en ese desequilibrio mental para saciar un apetito monetario, más no una necesidad.  Aquí cito directamente al “HOM-BRE” porque es el responsable de todo este desequilibrio, creo que  hay un abismo entre la necesidad y la ambición. Como siempre  la ambición no conoce límites. También existe  la ambición con disfraz de necesidad.
Al escribir estas líneas  me llegan imágenes de los seres  más sabios que he conocido. Estos seres no habían recibido formación alguna, apenas tenían estudios primarios, muchos de ellos ni siquiera eso.  Aquellas mujeres y hombres que conocí llevaban una maestría  que  aún no he conocido en un ser humano “formado” o diplomado por las “mejores universidades del mundo” Ellas y ellos conocían el ritmo de sus corazones, por lo tanto conocían el ritmo de la evolución natural y sabían que hacer, sabían cuando cortar un árbol para el uso propio o comunitario. La perfecta armonía entre el hombre y la naturaleza es real y se lleva a cabo  de forma más reducida y a su vez amenazada por la otra mano del hombre. Desde muy chico pensé la que educación que recibí no fue la adecuada, siempre me revelé a ese sistema impuesto donde aprendí algo muy importante  a “tener miedo” y el miedo es igual a la ausencia de amor. El amor y el miedo nunca están ni estarán juntos, donde hay amor no hay miedo. En ese miedo el humano se vuelve egoísta, quita, roba, destruye para intentar satisfacer ese algo que nunca satisfacen.
Ante esta realidad se sigue destruyendo el habitad de seres tan importantes y necesarios como nosotros, si no, no estuvieran aquí. Se siguen destruyendo bosques, contaminando ríos, mares y podría hacer nuevamente una lista larga la cual llenaría de pesimismo este artículo. Siento que estamos para aportar alternativas para un equilibrio sostenible en todos los aspectos y esta nota es para ello.
Actualmente ya existen alternativas para un uso sostenible de los bosques, entre ellas encontramos al Bambú que se crece de forma natural en todos los continentes con excepción de Europa. El bambú es una planta que ha interpretado un papel importante en el desarrollo de determinadas culturas con las que ha convivido mutuamente. Culturas como la asiática han empleado el bambú en áreas tan diversas como la construcción, la alimentación e incluso en la confección de tela y papel.
“El ser humano puede ser tan eficaz como Dios, en otra cosa que no sea destruir”


Me quemas
Me cortas, me pisas, me escupes muchas veces sin razón
Abro los brazos susurrando a las nubes unas gotitas que alivien este dolor

Verde sonrío y crezco al sentir tu abrazo
Tus caricias me hacen creer nuevamente en ti.
Te alimentas de mi pureza
 ¿Tan verde me quieres?
 ¿Y por qué te autodestruyes?
Cuando el sol se apague,
 ¿Dónde te calentarás?
Cuando el cielo se rompa
 ¿Qué respirarás?
Cuando la soledad te queme
 ¿Dónde te abrigarás?
Cuando tu llanto te ahogue
¿A dónde mirarás?

Carlos Colonia B.
17 septiembre 2013


viernes, 30 de agosto de 2013

DÍA A DÍA - MEMORIA DEL SER




MEMORIA DEL SER



A medida que vamos creciendo en esta vida recordamos pasajes de nuestra infancia. Hay cosas que olvidamos por completo, por ejemplo el día en que nacemos, son pocos los que se acuerdan del momento de su nacimiento.
Creo que la existencia del ser en la historia de la humanidad es  casi imposible de calcular. Decir un siglo, una era o un año de creación, creo que solo sería una especulación.
Siento que la existencia del ser como tal, se origina o está desde la existencia del universo. Siempre ha estado viva como una energía, que cumplió y cumple un proceso evolutivo. Por eso la vida del universo es la propia vida del ser, después pasa por distintos estados hasta llegar  a ocupar la carcasa humana.

 Somos seres  eternos  y en el estado del ser conocemos, tenemos toda la información del todo. Somos la gran fuente de información del universo en servicio de este planeta. 
En el estado eterno del ser llevamos un nombre que es nuestro sello eterno. Aquí en la tierra es que adoptamos un nombre temporal, tan temporal como nuestra propia carcasa perfecta llamada cuerpo humano.

El ser durante millones de años ha estado y  sigue transformándose. Ocurre lo mismo con el planeta tierra, ocurre lo mismo con nosotros, nos vamos transformando de bebés a niños hasta completar nuestro ciclo en esta vida. Esos cambios son inevitables, pues en el universo ocurre lo mismo.
Así como ocurren cambios físicos en nosotros, internamente van ocurriendo una serie de acontecimientos que dictaran el rumbo de nuestra vida. Es como una voz interna que la llevamos desde siempre, eso nos hace ser tan especiales. Por ejemplo cuando somos bebés, creo que no existe bebé que no sea atrayente para un adulto. Un bebé es capaz de  meternos en su universo sin pronunciar ni una sola palabra. Entonces porque cuando somos adultos hay tantas diferencias. Diferencias de todo tipo, tanto así que puede desencadenar en guerras y una serie actos que solo es capaz de dirigir la mente humana. Acabo de nombrar la mente humana. Así es, la mente somete a lo humano y lo aleja cada vez más del ser. Lo aleja de esa pureza que solo gozamos en nuestra niñez. ¿Porque no podemos recuperar esa esencia? Simplemente por una serie de hábitos que nos ha dado la sociedad  a través de nuestros padres y luego cuando somos mayores lo vemos en carne viva y por un instinto de supervivencia “animal” entramos en el círculo de la manada. En ese camino de manada, hay muchos que despiertan y dicen:
-¿Esto es la vida?-
Los que despiertan son muchos pero los que pasan a la acción pocos. ¿Saben porque? por el “bendito” miedo y el “comodismo” “más vale malo conocido que bueno por conocer”
La parte que decide pasar a la acción, ingresa directamente en el vacío absoluto de la transformación y reconocimiento de su ser, ese ser que siempre estuvo allí dormido. En ese viaje de reconocimiento ven como una película la vida que eligieron llevar. Cuando ingresan en ese estado lo ven todo muy claro. Tan claro que pueden recordar pasajes inimaginables de esta vida y la importancia de su estancia en esta tierra. Es el momento donde realmente el individuo se hace dueño de manera transparente de su vida. Se compromete  a seguir las señales del corazón a través de la luz.

“La verdadera religión es la de las buenas obras, no la del culto” 
(H. Pestalozzi)


Carlos Colonia B.

29-Agosto-2013

lunes, 8 de julio de 2013

DÍA A DÍA- ENCUENTROS

Encuentros




A lo largo de nuestro camino de vida, nos encontramos con muchas personas, personas que pasan desapercibido en los polvorientos pasajes de nuestro camino.
El camino descubre su velo de claridad cuando nos encontramos a nosotros mismos en nuestra viva esencia en esta tierra,  es decir  cuando aprendemos a andar sin levantar polvo.
Cuando la nube polvo  invade nuestro andar es muy poco probable que podamos ver  más allá de nuestras narices. En ese proceso de rebeldía que experimentamos, se abre el sin  fin de excusas que damos a terceros para evadir nuestra propia nube de polvo que hemos formado nosotros mismos. Es muy fácil decir 
-“siempre lo mismo” “pero será posible que no puede salirme nada bien” “cuantas veces tengo que soportar lo mismo”-

En la mente y en la palabra se elaboran mil quejas que solo nos encarcelan o mejor dicho nos encarcelamos de “Nuestra des-gracia” evadimos de manera magistral nuestra responsabilidad, nos alejamos de la esencia de nuestro propio universo interior. Entonces es muy sencillo andar en caminos polvorientos, topándonos con seres en el mismo estado “Atraemos lo que somos y no lo que queremos”. Somos resultado de nuestras acciones por lo tanto de lo que somos. En nosotros radica toda esa información. Ahora debemos aprender nuevamente a andar, a cuidar y tener conciencia de cada paso que damos, conciencia de nuestra esencia. Cuando descubramos que podemos hacer un camino limpio nos daremos cuenta que estaremos más presentes y podremos apreciar mejor el camino, en ese camino veremos a otros como nosotros, que andan en su nube de polvo y a otros que flotan y fluyen en el camino de vida. En ese estado de conciencia pura  e infinita nos iremos reconociendo a cada paso que demos.  Reconocer lo que somos nos une o podremos ver mejor lo que hay arriba, a eso que muchos llamamos Dios o cualquier nombre que el ser humano le ha puesto a esa energía suprema que está o se expande en el universo.

En los diversos encuentros que tenemos en  nuestro camino, ya sea de hermanos del alma o con seres en el plano amoroso, también vamos evolucionando. Hay seres que solo cumplen una función en un aspecto y circunstancia de nuestra vida. Hay otros que se quedan para toda la vida. Creo en  el compromiso mutuo o un acuerdo mutuo que se inicia en algún lugar del macro cosmos y se cumple en la tierra para avanzar en el camino. Un pacto donde ambos aceptan ser parte de la evolución de la misma vida, una evolución que comparte desde el amor y la aceptación. Para que eso suceda afinamos en la tierra nuestros pasos y vamos despojándonos lentamente de la nube de polvo que nos impide ver más allá de nuestras narices.





Carlos Colonia B.
08 julio 2013

sábado, 15 de junio de 2013

DÍA A DÍA- EL ARTE DE LA VIDA

EL ARTE DE LA VIDA DEL SER



Somos únicos en la creación de la vida. Una vida llena en arte, arte en la palabra, en el movimiento, en una canción, un sonido que sale de nosotros mismos.
Cuantas excusas más, le daremos a la vida, al decir “Yo no sirvo para el arte” tan solo es una respuesta mental que hemos alimentado durante siglos y lo seguimos repitiendo de generación en generación. Todos somos artistas desde que somos creados, la creación es un  arte. Por eso somos artistas natos, desde que nos movemos dentro del vientre de nuestra madre. Cuando nacemos  y comenzamos a desarrollar a corta edad, ya estamos creando desde el “sentir” Todos hemos sido niños y hemos jugado, hemos transformado un zapato en un cohete espacial o convertido una rama en diversos usos en los juegos, los juegos son parte de la creación es parte del arte y si tú has jugado eres un artista, porque en ese juego no solo has creado en la forma sino también en la palabra en el movimiento. El sentir  nos abre las puertas de la libertad real, lo mental nos atrapa en la cárcel de la forma sin contenido.


Arranque  la razón para que entre  el sentir desde el corazón. El resultado es la libertad desde un estado de conciencia, ver la realidad y ser activista de tu misma transformación. En el corazón radica la libertad de poder ser y estar… La creación de la vida radica en un sentir, siento que la vida se creó desde un sentir que activó la  voluntad para ser y estar.
Algo bello se expande dentro del ser  cuando sentimos. Experimentamos una conexión casi inexplicable desde la razón. Soñamos con una canción o melodía que  toca fibras sensibles y nos  sumerge en ese universo tan limpio del sentir. En ese sentir se nos abre la puerta de la verdad. La felicidad, la paz que vive en cada ser de forma  única y bella. La  vida en la perfecta armonía para dar.
Cada día viajo en el barco de la felicidad. 
Escuche una  vez que “la felicidad se logra  cuando compartimos” al compartir damos nuestro corazón en cada acción, al dar desde el corazón renovamos la Esperanza del que dejo de sentir, revivimos la fe del que dejo de creer… cuando damos de corazón una luz se mueve dentro de nosotros, nos une la magia divina del cielo en la  tierra… sentimos, desde el ser, compartimos desde la humildad.

Hoy viajamos en aguas de distintos colores, en tierras áridas, tierras vivas que desean  recibir vida en verde multicolor. Hoy navegamos  en selvas donde aprendemos de la humedad para equilibrar. Un barco que une  el ser interior y nos hace seguir en pie para continuar con el único propósito. Quizás  la única gran obra que aportaremos a esta vida que se va extinguiendo segundo a segundo. Un sentir lleno de arte y conciencia para “APRENDER, DESARROLLAR Y COMPARTIR”.


Carlos Colonia B.

15 de junio 2013

viernes, 26 de abril de 2013

DÍA A DÍA- VIAJE DE LA VIDA


El viaje de la vida


Se supone que nuestro viaje de la vida empieza al nacer o mejor dicho, cuando estamos en el vientre de nuestra madre o mejor dicho, empieza cuando somos engendrados y el espermatozoide realiza junto a millones de compañeros el esperado viaje hacia la vida. Entonces la pregunta es ¿Acaso, no es una vida un espermatozoide? Podría decir humildemente que es un tipo de vida en un estado o en un proceso determinado de evolución, por eso el espermatozoide necesita del óvulo para  EVO-LUCIONAR. Solo el indicado será el que fecundara al óvulo.En este proceso no lo hace sola, si no lo hace con el cuidado de la madre ya que juntas formaran un equipo durante la evolución del embarazo. Lo cual determinara el futuro nacimiento.

 Esto es muy sencillo de entender racionalmente, si la madre tiene una buena alimentación, tanto física, emocional  y espiritual. Dará a la bebe una placentera estancia en la barriga. Ese estado viajara directamente hacia la bebe no solo a través del cordón umbilical, si no a través de las vibraciones que emana la madre y la gente que está a su alrededor. En cambio si la madre descuida  esos aspectos básicos, tendremos una bebe con diversos problemas que quizás en algunos casos no sean percibidos por los padres en un inicio, pero que en la mayoría de casos se manifiesta abiertamente con diversas dolencias, incluso a veces compleja para la ciencia medica.


Que es lo que determina que una bebe nazca con ventajas y ventajas (cito ventajas por no decir desventajas). Simplemente es un estado de conciencia. Un estado de conciencia sano no permitirá alguna aberración  hacia su vida y menos hacia la vida de la nueva vida. 
En caso contrario esa posible “desventaja” es transformable de manera individual, en la evolución del nuevo ser humano. Conocemos muchos casos de hijos(as) con un historial en “des-ventaja” ya sea en el vientre y en su formación, que han logrado por una conciencia única en transformar su realidad en algo maravilloso e incluso sorprendente. ¿A que se debe esto? Lo diremos en una sola palabra CONCIENCIA. Tomar conciencia de nuestras acciones es aprender lo que debemos y no debemos hacer como individuos, al aprender estamos comprendiendo algo que va formando una serie valores que nos ayudará a comprendernos, a comprender y aceptar a los demás.

La magia de la vida va más allá de lo que imaginamos. Pero el compromiso que uno adquiere hoy en esta vida es lo que nos garantiza lo que podamos ser, pero no con la expectativa de llegar a ser de una forma u de otra, si no simplemente siendo únicos en está creación. Aceptando que venimos a la gran escuela de la vida que  es hoy y aquí en la tierra.
Nada determina que tu pasado haya sido glorioso o no tan glorioso. Lo único que nos empuja a ser y estar es nuestra fuerza vital. Para llegar a ello debemos comprender  y estar atentos a cada segundo de la vida, está vida nos da la información en cada sentido que muchos tenemos dormidos.
Nuestro compromiso como seres humanos empieza con nosotros mismos en cada acto en cada paso que demos. Luego de asumir nuestro compromiso sabremos que tenemos también un compromiso con la humanidad y con nuestros semejantes, compromiso que asumimos con amor y dedicación “APRENDER, DESARROLLAR Y COMPARTIR”.


Carlos Colonia B.
26 abril 2013

lunes, 25 de marzo de 2013

DÍA A DÍA- UN CIRCO


HABÍA UNA VEZ... UN CIRCO



Cuando somos niños, vivimos, sentimos, gozamos de nuestra esencia más pura. Es como beber de la fuente eterna de aguas cristalinas. Es la etapa donde estamos conectados con esa totalidad de manera sencilla y lo más importante sin ningún tipo de prejuicio. Por esa razón actualmente escuchamos a más de uno decir:

-Todo era más sencillo cuando éramos niños, no había preocupaciones ni nada.-

 ¿Cuánto dura este romance?  No lo se. Vamos perdiendo o vamos saliendo de ese estado de diferentes maneras. Algunos de forma violenta, otros con frases muy típicas de los adultos.

"-Compórtate, que ya no eres un niño-

Creo que la expresión ultima, es un clásico que hemos escuchado a nuestros padres e incluso nosotros mismos lo hemos pronunciado en algún momento o varios momentos. Y no solo lo hemos dicho a nuestros hijos, si no a las personas con ese comportamiento "poco maduro"  porque según las normas de la sociedad debemos comportarnos o ser de la forma que piden los estándares "normales" para ser normales y ser aceptados en esta sociedad. 
Creo que esta ultima expresión va ligado con algo tan natural que necesita el ser humano para integrar un grupo y ser aceptado. A pesar que nuestra parte interna nos diga lo contrario. A continuación narraré una experiencia de mi niñez, lo cual narra estos sentimientos. (Ser aceptado y/o actuar de una determinada  manera para ser parte de un grupo)

Tenía unos ocho o nueve años. La calle era mi segundo hogar, era el lugar donde compartía una serie de aventuras con los niños de mi barrio. Detrás de la casa de mis padres había un polvoriento "parque"  eso era un proyecto de parque, no había más que arboles de eucalipto y una "canchita de fútbol" al lado de aquella canchita de fútbol existía un espacio polvoriento, muy seco. En aquel lugar se instalaban de manera itinerante los circos de barrio. Eran circos muy baratos. El circo como era costumbre en Lima montaban los escenarios en los meses de julio, coincidiendo con el aniversario patrio. Estos circos llegaban con animales enjaulados, monos, perros acróbatas, payasos y un sin fin de personajes que garantizaban un gran espectáculo. En aquel entonces, pedir a mi madre dinero para ver el circo era impensable, es más ni se lo pedía. 
Dentro de mí había un  fuerte deseo de ver el show. Me conformaba ir día a día a ver los animales enjaulados y recorrer la parte externa del circo. En esas idas y venidas aparece un amigo del barrio que era mucho mas inquieto y pícaro para saltarse las normas. Me comentaba que habían entrado sin pagar otros amigos del barrio. 
Los días transcurrían, me había convertido en un espectador externo de los diferentes shows que daba el circo, me paseaba rodeando el circo escuchando o imaginando lo que podría estar pasando dentro. Por otro lado tenía a mi amigo diciéndome o animándome para "zamparnos" entrar sin pagar, eso no iba en línea con lo que sentía. Simplemente tenía miedo, que nos descubriesen. Él me decía para pasar por debajo del  alambrado.

-No tengas miedo.-

Era lo que repetía. Mi reputación estaba en juego, este amigo muy avispado era menor que yo y si él se atrevía porque no podría hacerlo yo., además había un detonante más grande, si no iba  el contaría  al resto que me eché para atrás en algo que supuestamente todos los niños lo hacían.
Acepte la propuesta con el corazón en mis manos. Aquella noche decidimos ingresar al circo. Pasamos el alambrado en el descuido del vigilante, rápidamente levantamos el toldo del circo y ya estábamos dentro. Nos metimos rápidamente entre las largas tablas que servían de asientos, trepamos como monos y teníamos el circo a nuestros pies. Para esto nos ubicamos en la parte alta, mezclándonos con las familias que pagaron una entrada. Allí había muchos conocidos del barrio, entre vecinos y otros amiguitos que vestían para la ocasión ropa limpia. Nosotros estábamos llenos de tierra de arriba a abajo. Esperábamos  el último silbatazo para dar inicio al "espectáculo". Me sentí muy bien por un instante, me decía -"ya pasó lo peor"- 
 la música  acompañaba mi desacelere del corazón.
A través de los parlantes anunciaban el inicio del espectáculo, ambos nos mirábamos con cierta complicidad. Todo no fue color rosa, a lo lejos veo al boletero, mi corazón automáticamente se revolucionó. Lentamente nos  alejábamos de las garras de aquel hombre moreno de gorra  gris. Mi compañero de  aventura se movía de forma acróbata entre los asientos, yo movía mi trasero centímetro a centímetro, un frío recorría mi estomago hasta la punta de mis cabellos. El hombre iba pidiendo los boletos, su mirada se dirigía hacia mi amigo que llamaba mucho la atención con sus movimientos histriónicos, parecía un mono dando saltos de arriba abajo. El hombre se  acercaba cada vez más y nosotros ya no teníamos escapatoria, me quede paralizado ante la mirada hipnotizadora que me lanzó, me pidió el boleto de entrada, me quede mudo, rápidamente hizo el mismo gesto a mi compañero de aventura, lo cual el silencio hizo retumbar el circo, era como si la música, el ruido de fondo de las conversaciones no existieran. Bajo ese ese estado bajamos de las gradas y nos invito a salir, nos cogió amablemente de los hombros, sin ejercer ninguna presión. Caminaba levantando polvillo con mis zapatillas que algún día fueron blancas, en mi mente solo habitaba una duda.
¿Nos golpeará? en ese tipo de situaciones este tipo de gente solía ser violenta con los niños que entraban sin pagar. Los pasos parecían eternos, la noche olía a dolor en mi flaco trasero, atravesamos  la entrada principal y esperaba  la patada que me lanzaría varios metros  del cerco del circo, al llegar al alambrado, él aun nos tenía sujetado por los hombros. Mi mirada se deslizo suplicante hacia aquel hombre, sus movimientos eran automáticos, abrió el cerco y nos dejó. El frío  dejo de recorrer mi cuerpo. El corazón seguía latiendo sin parar. Mi compañero y yo seguimos en silencio hasta nuestras casas.
Aquella noche aprendí una lección solo puedo hacer y ser lo que mi corazón me diga y no lo que diga el resto no tengo que contentar  a nadie, para integrar o ser aceptado, me debo a mi mismo para sentir el mundo en cada paso en cada aroma, en cada caída, esas serán  mis caídas y mis méritos.


Carlos Colonia B.
25 marzo 2013