LUCES Y SOMBRAS
La oscuridad es simplemente la ausencia de luz y la luz es
la ausencia de oscuridad.
La
única diferencia que existe es que
cuando hay oscuridad, la luz no se puede apreciar, en cambio en la radiación de luz, la oscuridad queda difuminada
en su mínima expresión. Quiero decir con esto, que todo ser de luz también
lleva su sombra, todo ser que ha hecho una labor sobre sí mismo en la
composición de la luz en sí mismo siempre tendrá la sombra como compañía. La
llevará como estampa la cual deberá
reconocer.
Este terreno es muy amplio cuando
hablamos de seres humanos con una labor espiritual avanzada.
Muchas veces al ver a estos seres con una
labor en la luz muy superior a cualquier ser humano, automáticamente nos despierta
admiración, devoción etc., etc. El estado de luz nos encanta y nos hace ver
solo un aspecto de la moneda de luz. Pero cuando ese ser de luz muestra su
sombra es automáticamente criticado lapidado porque ha sido una “deshonra” o
todos los calificativos que cualquiera de los mortales podamos hacer hacía
aquella persona.
“El que esté libre de toda culpa que
lance la primera piedra”
Comprender ese aspecto desde la
racionalidad parece una ardua tarea ya
que queremos tener a ese o esos seres en lo alto como algo impenetrable, olvidándonos de que “Como es arriba es abajo”
“como es blanco es negro” “donde hay luz hay sombra”
Recuerdo que de niño tuve mucha
influencia de diversas religiones la cual
formé en mí un ser renegado de toda doctrina pastoral. En la práctica
aquellos “Altos” representantes de las
diversas doctrinas, mostraban sus sombras en la vida diaria y eran luz en sus
respectivas casas religiosas, No niego que de vez en vez habían destellos de
luz o quizás chispazos alicaídos que no penetraban en mi inquietud de conocer la
verdad o la coherencia del ser humano.
Creo que experimentar esas vivencias,
formó en este servidor buscar y seguir afianzando la coherencia entre lo que pienso, lo que digo y lo que
pongo en acción.
Aprender de las sombras y de las luces de otros,
es reconocer nuestra sombra, aceptarla como parte de nuestro crecimiento en esta transitoria vida.
Carlos Colonia B.
21 Abril 2014