Cultivando un Sueño
La mañana se abría lentamente en tierras valencianas. Abrí mis brazos a la propuesta hecha por Lucía.
- Tengo unos amigos que tienen un huerto en Calicanto. Ellos se han unido y cultivan verduras ecológicas de todo tipo. ¿Te apetece ir, ayudarles un poco?.
La idea resonaba interesante. Había hecho la presentación del proyecto dias atrás, ahora tocaba aprender sobre cultivos ecológicos y grupos de personas que se unen para un fin común .
Calicanto es una urbanización que pertenece a los pueblos de Chiva, Torrente y Godelleta. En coche tardamos unos veinte minutos.
Después de atravesar un camino de tierra llegamos al huerto. Los árboles de pinos rodean la unica casa de unos sesenta años de antiguedad que tenía medio tejado abajo, la estructura de la casa se conservaba en buen estado salvo la ausencia de ventanas y puertas. Nos recibieron muy amistosamente un grupo de cinco personas que ya estaban haciendo diversas labores. Uno de ellos sacaba con una carretilla escombros que había dentro de la casa, otro se había metido en un aljibe que estaba aún con agua.
Antiguamente la gente del campo depositaba el agua de lluvia en esos aljibes o tanques de agua. Observe el sistema de recolección de agua de lluvia . Consistía que la caida de agua que escurria por el tejado era conducido por una canaleta. La primera tromba de agua servía para lavar el tejado el resto se direccionaba a través de los tubos hacia el interior del aljibe.
Junto con Lucía nos pusimos a arrancar la mala hierba que estaba alrededor de los tomates, pimientos,calabacines, sandias y demás vegetales. Había un sol tenue que faciltaba nuestra labor.
- Chicos por favor solo coged la mala hierba. Si tenéis dudas en diferenciar la hierba mala con el vegetal, me lo decís. Lo digo porque mi hermana arrancó la planta de patata pensando que era mala hierba.-
"H" reía al contarlo. "H" se volvió nuestra guia en las labores de campo. A lo lejos se veía las casas que ocupaban la cima de una colina. En aquel lugar el silencio era unico, sólo lo matizaba las cabras de un pastor gitano. Sí. Se que para muchos sonará raro ver a un gitano pastor. El pastor de cabras llegó a un acuerdo con los chicos de "La huerta de Pepita" ellos le cedieron una parte del terreno para el paso de las cabras. El a cambio le daba abono que serviría para los campos de cultivos.
-Chicos tened cuidado de los gitanos, no vaya a ser que os roben.-
Les aconsejaba el gitano pastor.
Los chicos de "la huerta de Pepita" reían cuando contaban esta anecdota.
- Fijate, que ya es algo fuera de lo común ver a un gitano pastor. Incluso el mismo gitano nos daba consejos acerca de los gitanos.-
Nuestra charla se dio en un descanso donde intercambiamos información. Me preguntaban sobre el proyecto "Ceah" . Gustosamente contestaba a las inquietudes.
-Carlos, en España hay muchas ecoaldeas.-
Me comentaba uno de ellos. Estabamos sentados en un circulo, comiendo ensalada de tomates con lechuga. Los deliciosos tomates que me llevó al recuerdo de la infancia. Saboreaba aquel manjar dado por la madre tierra.
- En el proyecto "Ceah" no sólo quiero enfocar la parte externa de vivir en comunidad.La idea es ahondar en algo fundamental para una mejor convivencia. Cuando el ser humano encuentre su sintonía interna dejará de mirar lo que hace el hermano o el vecino. Creo, que sin una sintonía de reestructuración espiritual no se podrá llegar a ver un verdadero modelo no sólo sonstenible si no también humano.-
"Es posible un mundo mejor si partimos de nosotros mismos."
Miraba con agrado de este bello grupo de gente que estaban sin trabajo y que buscaban a través de la labor del campo una alternativa efectiva, no sólo para ellos si no hacia la comunidad.
Siempre es una oportunidad cuando la sociedad nos aprieta el cuello, es una oportunidad para crear nuevos sistemas alternativos que ayuden a los demás a seguir ensayando nuevas vías de desarrollo, un desarrollo como suelo decir "más equitativo"
Luego depositamos nuevas semillas en la tierra que abonamos con tanto amor. Cogí la camara e hice fotos en plena labor de sembrado. Algunos se refrescaban en la piscina. Un perro fiel posaba como el gran guardian del campo.
Luego depositamos nuevas semillas en la tierra que abonamos con tanto amor. Cogí la camara e hice fotos en plena labor de sembrado. Algunos se refrescaban en la piscina. Un perro fiel posaba como el gran guardian del campo.
Nos quedamos a la comida organizada por los integrantes de "La huerta de Pepita" Lucía tan amable preparaba los bocadillos de tortilla de patatas.
Fue un día muy especial. Agradecí conocer gente involucrada con nuevas alternativas en alimentación. Aquel día me llevé un bello aprendizaje en el corazón.
A cada paso estoy más convencido del gran proyecto que tenemos encargado en la selva peruana.
Creo en el creación del hombre.
Sueño con dar un gran minúsculo grano de arena para ir formando la gran escultura entre seres humanos que creen y viven con la convicción de dar con el corazón a través del amor.
Carlos Colonia
18-sep-2012
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