miércoles, 16 de enero de 2013

DÍA A DÍA- SER INTERNO


El SER INTERNO




Las palabras se dan generalmente desde el pensamiento, aunque esa generalidad de la palabra pasa por un "sentir". 
Formamos frases o damos una idea de algo muchas veces sin sentir, lo cual produce en nuestro entorno y en nosotros mismos un malestar y al darnos cuenta de nuestro grave error, lo recubrimos con la maravillosa capa del "ego" lo hacemos como protección, para no sentirnos desnudos ante la situación o que el resto no crea que eres un ser vulnerable.


El ser humano al introducirse en  sentimientos muy hondos, entra en un estado nuevo de reconocimiento, lo cual tiene dos respuestas inmediatas desde la mente y desde el sentir. En el primer punto, la mente nuestro valioso motor que nos puede facilitar la acción o la rendición, que puede facilitar el reconocimiento o el escape. Quizás el reconocimiento mental existe en todo ser humano, pero al intentar resolver, es cuando asalta la mente cómoda y nos plantea preguntas a nosotros mismos que muchas veces termina debilitando una sana intención de mejorar.


 "Para que" "eso es difícil" "y si me pasa algo... que miedo"


Así nos pasamos el resto de nuestra vida, reconociendo pero haciendo poco o nada para solventarnos una verdadera integración con nuestro sentir. En ese camino que nosotros elegimos, la vida nos sigue recordando lo que debemos hacer con nosotros mismos y eso se va desarrollando a través de las vivencias diarias. Lo cual es como un barril que se va llenando cada día, cada semana, cada año. Cuando se vuelve insostenible es cuando nos generamos los diversos males creados por el mismo ser humano. Podría nombrar alguno de esos "males" stress, depresiones,etc, etc.




El sentir  nos avisa  a cada instante, nos dice el camino a seguir, pero esa llama es apagada  rápidamente por la mente. La mente que todo lo puede y que todo lo hace. Nosotros  seguimos permitiendo que  la mente y los pensamientos siga operando el caos y libertinaje total dentro de nosotros.


La educación tiene mucho que ver en este tema. No solo la educación si no también nuestros padres, la sociedad etc. Pero dejemos de echarle la culpa  a la "bendita" sociedad, no seamos o no dejemos de ser víctimas de  lo que nos tocó vivir, si no, seamos responsables con nosotros mismos para entrenar ese sentir y hacer que la mente sea nuestro fiel sirviente para la ejecución de acciones para nuestro propio desarrollo y crecimiento del ser que siempre estuvo allí esperando una señal para ponerse en marcha.


Cuando conocemos y reconocemos que no solo somos "mente" entraremos en el lenguaje sutil de una vibración que viaja constantemente, como un flujo constante sin fin.


Siente el aire en tu rostro, en tus manos. Observa, saborea la magia de la vida hecha naturaleza. Detente a observar en silencio un árbol, una planta o un insecto. Respira de forma consciente, toca  las cosas como si fuese la primera vez.


En uno mismo existe la posibilidad de reconocerse en lo más esencial.


"Tu abres las puertas, tu cierras las puertas del camino."








Carlos Colonia B.




15-Enero 2013

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